Quien se precie de ser un buen turista jamás puede recorrer Cuenca, no sin antes haber subido a la Colina de Turi o más conocida como el Mirador de la ciudad.
Está ubicado a cuatro kilómetros al sur de la capital del Azuay; su principal vía de acceso es la avenida 24 de Mayo. No se requiere un transporte especial o privado para llegar a este tesoro de la ciudad Patrimonio de la Humanidad, vasta con coger un bus urbano en la avenida Solano cada 30 o 40 minutos.
Turi es una de las parroquias rurales del cantón Cuenca, desde su mirador se tiene una vista panorámica preciosa de la urbe durante el día, pero por la noche la fusión de luces (de las centenares de casas, admiradas a lo lejos) con el cielo ofrecen una mágica visión a quien sabe admirar lo bueno.
Luego de apreciar ese paisaje fantástico, uno voltea la vista y se enfrenta a otra riqueza, la iglesia que, según algunos vecinos, data del año 30. Junto a ella, varias personas, sobre todo los fines de semana, gustan hacerse fotografías o simplemente pasear y descansar.
Varios pobladores de Turi se dedican a las artesanías de madera; cada 25 de diciembre es su fiesta religiosa cumbre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario